Todo a nuestro alrededor está formado por los opuestos. Esto
quiere decir que toda cosa material o inmaterial va a tener un opuesto
irremediablemente. En el caso de la materia, será la anti-materia; de la luz, la
oscuridad; del bien, el mal; de la felicidad, la tristeza; de la vida, la
muerte... y podría mencionar combinaciones infinitas. Como es fácilmente
observable, estas combinaciones se expanden a todos los ámbitos, y las llamo
combinaciones por una sencilla razón: porque no serían capaz de existir la una
sin la otra.
Digamos que no existe la luz, de este modo el concepto
oscuridad como ausencia de luz desaparecería, y la oscuridad tornaría a no
existir, es de hecho imposible que uno de estos elementos exista sin su
contrario.
No podríamos decir que una persona está haciendo el mal si
esto es lo único que conocemos, y si el mal es lo único que conocemos,
¿seríamos capaces de existir? Posiblemente no, al igual que si estuviésemos
dominados por la oscuridad, la ausencia de luz acabaría con toda la vida
terrestre si es que alguna vez hubiese podido formarse. Al igual que si no
existe el todo, no existiría la nada, el universo entero está regido por estas
leyes inalterables de la existencia.
Este concepto es, por supuesto, aplicable a la vida y la
muerte. Podríamos describirlo como dos puntos al final de un segmento que los
une. Y los une por la razón anterior, porque sin uno, el otro es imposible. Estos
dos puntos unidos al mismo tiempo, alimentan al otro extremo por esa línea de
interrelación, por eso la muerte que todos tenemos destinada, va a ser objetivo
de beneficio para la vida. Como es bien sabido, el ciclo de la vida es
nacimiento, desarrollo y muerte (de manera simplificada), muerte que sirve a
los animales, plantas y seres humanos para alimentarse y así, nacer, crecer y
morir. Al igual que el ciclo de la vida, los opuestos tendrán un modo en que
volver al principio, porque precisamente, los polos puestos, son atrayentes,
pero no será a través de un ciclo sino que transcurrirá en el ir y venir de
esta línea o segmento. El mal llevará a la actuación del bien por necesidad, la
tristeza llevará a la felicidad pasando por ese tránsito de un punto al otro, y
así todo llevará a su contrario. Será concluyente de esta última parte que no sólo van a existir estos
opuestos, sino que la línea que los separa es de hecho, también un estado
diferente del elemento que los forma, encontrándonos así con los opuestos y el
intermediario. El segmento nos lleva a un punto intermedio, el cual es
imposible evitar en el transcurso de estos dos opuestos. El estado intermedio
tiene diferentes niveles según la parte del segmento por la que cruza, y es el momento culmen en que se llegará a
desarrollar el elemento y definirse antes de llegar al otro extremo. Es decir,
este proceso será el necesario para el desarrollo de la vida, el desarrollo de
las emociones, y el desarrollo de todo tipo de existencia material o
inmaterial. Como ejemplo usaré la construcción de un castillo, sin poner el
primer ladrillo, sería imposible llegar al último (el otro extremo), igual que,
sin quitar primero el último y continuar quitando de forma contraria a como lo
has ido construyendo, resultaría imposible su "desarrollo" contrario
(hacia el otro extremo), sin producir un
derrumbamiento.
Es por esto totalmente necesario el seguimiento de la línea
cuando cruzamos de un extremo al otro, y no será posible un ciclo, puesto que
este no tendrá un final o un principio definidos, contrariamente a lo evidente.
Concluyendo con lo principal, el Universo por completo va a
constar de esta contradicción infinita, que será necesaria para su existencia.
Totalmente de acuerdo, una entrada muy interesante.
ResponderEliminarLeyéndola me ha venido a la mente si es posible establecer un punto medio, digamos un cero entre "mases" y "menos", un término medio donde los dos extremos queden igual de alejados o igual de cercanos, según se mire. Debería de existir, ya que si hay un principio y un fin, dando por hecho que uno es el contrario al otro, debe haber ese centro. Con los sentimientos de felicidad y tristeza, que citas, seria ecuanimidad, ¿no? ¿Pero con la luz y la oscuridad? y ¿el bien y el mal? Costaría trazar una línea objetiva entre ambos.
Lo que más me gusta de estos posts es que dejan un abanico amplio donde regodearte con las preguntas que van fluyendo.
Por cierto parece que nos hemos puesto de acuerdo sobre la publicación de esta semana.
¡Saludos!
Muchas gracias a ti también por dedicarle tu tiempo y leerlo :). Es el primer comentario que dejan en mi página y estoy muy contenta.
ResponderEliminarSi, por supuesto, en el segmento que los separa debe de haber un "cero" o un punto que diste la misma distancia entre los dos opuestos. Es aplicable también a la luz y la oscuridad puesto que no se puede pasar de una oscuridad total a la luz total, de hecho, nosotros no hemos apreciado la luz total (me refiero a la luz solar directa, sin atmósfera ni nada que frene la visión), y tampoco la oscuridad total, puesto que la luna va a estar siempre ahí cuando el sol se esconda, asi que en este sentido, nosotros vivimos y viviremos eternamente en la línea intermedia y no llegaremos a alcanzar la luz total, que posiblemente nos mataría, así como la oscuridad total. En nuestra pupila también es apreciable ese cambio intermedio de la oscuridad a la luz y viceversa, cuando la pupila se dilata por ausencia de luz, y encendemos una lámpara, la pupila tendrá un proceso de adaptación a esa luz que es apreciable, puesto que no es un cambio rápido, y se volverá más pequeña. Es bastante interesante y recomiendo que lo intentéis observar en algún momento.
Respecto a el bien y el mal es verdad que es difícil hallar una línea intermedia, pero si son opuestos es porque existe esa línea que los relaciona, y de la misma forma, un punto intermedio.
Pues saludos! y gracias por tu contestación en la respuesta de tu post, me hizo gracia que dijeras que te había "puesto en jaque" porque casualmente me apunté hace poco a un club de ajedrez y esa expresión no la escuchaba desde hace tiempo. Gracias de nuevo!